4.6.- Procesador De Textos

Los editores o procesadores de textos son unos de los programas más difundidos, importantes y usuales en el ámbito de cualquier ordenador personal. La posibilidad de escribir largos o repetitivos documentos, corregirlos, modificarlos e imprimirlos es una ventaja sustancial del ordenador sobre la máquina de escribir.

Son programas que permiten realizar todas las operaciones necesarias para editar, guardar, recuperar, modificar e imprimir un texto. Al escribir con un procesador de textos, no hay que preocuparse del final de la línea, ni tampoco del fin de página, ya que el programa salta automáticamente a la línea siguiente o a la hoja posterior cuando una esté completa. El propio procesador delimitará el tamaño de la hoja, líneas por página.

Mediante sencillos procedimientos podemos mover, borrar, subrayar o repetir párrafos, frases y palabras dentro de un texto. Una vez finalizada la manipulación del documento, podemos guardarlo en un soporte magnético u óptico, imprimirlo o ambas cosas, (cuando se edita o crea un texto, éste reside en la memoria interna, luego solo permanece temporalmente, perdiéndose al desconectar el equipo. Para evitar la pérdida, antes debe guardarse en un soporte, si deseamos conservarlo).

Los procesadores tienen acceso y comunicación con otros programas: bases de datos, hojas de cálculo, diccionarios, otros archivos, etc, aunque esto ya no es imprescindible en los entornos Linux o Windows, dadas las facilidades que ofrecen para la interrelación entre programas.

Todos los procesadores de textos permiten establecer cabeceras y pies de página, definir la anchura del documento, el número de caracteres por línea, establecer longitud de páginas, marcar márgenes y tabuladores, mover, copiar o borrar bloques de textos, definir atributos de texto (negrita, subrayado ...). También ofrecen la posibilidad de crear de forma sencilla tablas, gráficos, dibujos e insertar incluso imágenes. Es habitual la posibilidad de visualizar el documento en pantalla en su formato definitivo, es decir tal y como va a imprimirse. Esta muestra previa es muy interesante para comprobar su aspecto final sin necesidad de imprimirlo; se conoce como WYSIWYNG (se obtiene lo que se ve). Un programa que no es WYSIWYNG, aunque es el más potente de todos es Tex, escrito por Donald Knuth de la Universidad de Stanford (EE.UU.), muy utilizado por los matemáticos y científicos en general, contando con muchos defensores.

Respecto a la seguridad, guardan automáticamente una copia del documento anterior; otros tienen claves de acceso (password) que protegen el texto, permitiendo su manipulación sólamente a los usuarios que conozcan la contraseña. Sin embargo Microsoft Word tiene niveles de seguridad muy deficientes.

Los procesadores de texto tienen la posibilidad de disponer de los tipos de letras del respectivo sistema operativo, aunque es el tipo de impresora el factor limitativo de la calidad de los resultados obtenidos.

Los procesadores actuales cuentan con programas auxiliares como los diccionarios ortográficos, de sinónimos o bilingües. Los ortográficos sirven para revisar el documento completo detectando los errores de mecanografía y faltas de ortografía. Los de sinónimos (tesauros) permiten consultar posibles alternativas a una palabra. Los diccionarios bilingües permiten buscar la palabra en otro idioma. Otras posibilidades hasta hace poco tiempo consideradas como avanzadas son: editores de fórmulas, posibilidad de definir macros, sombreados de marcos, escritura en columnas. Otros programas interesantes son los comprobadores de estilo que comparan los textos con una serie de reglas gramaticales, detectan errores de puntuación, mayúsculas, palabras repetidas y términos en desuso

Es también muy importante la existencia de una ayuda lo más sencilla y completa posible que evite la consulta constante del manual, que viene en formato electrónico. Algunos programas incluyen acceso a tutoriales de aprendizaje con ejemplos.

El procesamiento de textos no es escribir

Aunque se piense que poseer buenas aptitudes para la mecanografía es importante para utilizar un procesador de textos, hay algunas que son contraproducentes. A continuación se listan los hábitos a tener en cuenta al pasar al uso de un editor de textos:

- Utiliza la tecla intro (o retorno de carro o fin de línea) sólo cuando se fin de párrafo. Los ajustes de línea se producen automáticamente.

- Utiliza guías de tabulación y márgenes, no la barra espaciadora para alinear columnas

- No subrayes. Utiliza cursivas y negritas para enfatizar el texto.

- Utiliza sólo un espacio después de un punto. Se deben evitar los espacios dobles

- Benefíciate de los caracteres especiales. Caracteres no comunes de las máquinas de escribir hacen que los escritos parezcan más profesionales.
Nuevas herramientas para la manipulación de textos

Los procesadores de textos han evolucionado rápidamente, las nuevas tendencias han dado lugar a grandes cambios:

- Procesamiento de textos escritos a mano . Es algo que requiere programas muy complicados, pero actualmente existen los ordenadores denominados tablet PC. Otro ejemplo son los equipos denominados PDA (asistente personal digital) en los que se introduce el texto con una especie de lápiz.

- Procesamiento de texto con el habla. Hablando frente a un micrófono se le dicta al ordenador lo que debe escribir e incluso se le pueden dar órdenes de cómo hacerlo. Los programas de reconocimiento de voz buscan patrones en las ondas de sonido interpretando las palabras. Actualmente hay algunos disponibles, con resultados buenos, siempre que se les haga un aprendizaje previo para cada interlocutor. Los más conocidos son Voice Type de IBM y Dragon Speaking. Google ofrece un servicio online de reconocimiento de voz, disponible para adaptar a cualquier página web visualizada bajo los estándares HTML5.

- Procesadores web en línea (online). El usuario emplea un programa residente en un servidor, a través de internet, no siendo preciso el disponer del editor de textos en el propio ordenador. Los más conocidos son: Zohowriter, Google Docs (englobado actualmente en Drive), proveniente de la adquisición de Writely por Google y Office365 de Microsoft. gOFFICE fue el primero de este tipo de programas, lanzado en 2004, adquirido por Silveroffice, Inc., en el año 2012 quebró. Algunos incorporan otras aplicaciones ofimáticas. Incluso el tan famoso editor de textos para ciencia, Tex, tiene una versión en línea, ScribTex.